El Espíritu CLN tiene dos momentos. Uno previo a la celebración de las jornadas; Los miembros de ACLN envían a un representante para examinar sobre el terreno la candidatura presentada. Durante esa visita se puede ayudar a decidirse sobre unas instalaciones u otras, posibles usos de las mismas y se dan consejos sobre las cosas en las que hay que incidir para presentar el proyecto.
En los meses previos a la celebración de las CLN la Asociación proporcionará a los nuevos organizadores el dossier CLN con información sobre las CLN ya celebradas, cartas de recomendación y demás. De la misma forma se hará llegar a la organización el material guardado que se utiliza de jornada en jornada. ACLN nombrará a una persona como contacto con la nueva organización. Debe existir una relación fluida. Esta persona de contacto debe proponer plazos a la organización, no debe ser examinador sino maestro y compañero.
Durante las CLN. Los miembros de ACLN no están obligados ha asistir a todas las CLN, si bien se recomienda que lo hagan, ya que se entiende que algunos trabajan, estudian y en general tienen una vida fuera de ACLN.
En cualquier caso los miembros de ACLN, en el caso de asistir, están obligados a ponerse a las órdenes de la organización de las jornadas para ayudar en problemas y situaciones concretas. Desde hacer partidas, ayudar a organizar las inscripciones o mover mesas. Esto no significa encargarle a los miembros de ACLN las actividades más pesadas como estar en la consigna o hacer guardias nocturnas.
Por otra parte durante las CLN se hará un grupo de futuros organizadores de CLN que quieran colaborar para conseguir experiencia, serán aquellos pertenecientes a CLN ya aprobadas. El objetivo es que puedan vivir unas CLN desde dentro pero sin una responsabilidad directa, de esta forma se pretende que en sus CLN puedan resolver los problemas con menos dificultades.
